La aceituna, el producto del verano en Salobreña
Nuria Fernández (Diario Jaén).- Estaban hartos de trabajar solo para sobrevivir al frente del bar que atendían en Úbeda y, de forma paradójica, del polen del olivo, así que decidieron marchar a la costa tropical. Lo hicieron cargados de aceitunas. Bartolomé Robles Correro y Susana Mondéjar Ramírez iniciaron los trámites con el Ayuntamiento de Salobreña para abrir un puesto de productos jiennenses en el mercado de abastos municipal y, desde marzo de 2013, están al frente del negocio Sabor jiennense. Es el mismo nombre que figura en la cesta que porta Robles en su ruta diaria por las playas granadinas. Carga más de treinta kilos de aceitunas y otros encurtidos, como alcaparrones, que “vuelan”.
Robles asegura que la “marca Jaén” da mucha confianza a los compradores, tanto a los que se dirigen a él en la playa como a los que ya acostumbran a visitarlos en su puesto del mercado. “No sería lo mismo decir que las aceitunas son de Granada o de cualquier otra provincia”, expresa, orgulloso. El 70 por ciento de las personas que lo paran en la arena son naturales de Jaén. “Soy el único que vende este tipo de productos en la playa. Es algo que se come, la gente tiene que tener la confianza de que es bueno, así que siempre me presento y explico cómo surgió la idea de vender de toalla en toalla”, aclara el emprendedor, que no escatima tiempo con sus consumidores.
Él y su mujer aprovechan los tres meses de mayor afluencia, hasta finales de septiembre, para combatir los de menor actividad en Salobreña, aunque reconocen haberse asentado bien en el mercado. “Todo el mundo nos conoce ya”, explica. En su puesto tienen conservas de Bedmar, aceite de Begíjar, miel de Pozo Alcón, agua de Cazorla, paté de La Carolina y patatas y frutos secos de Casa Paco y Santo Reino, entre otros productos.Las aceitunas son de Olivas Jaén. A la playa se lleva hasta once variedades diferentes, pero en su puesto dispensan treinta y tres, además de berenjenas, cebollas, altramuces y otros encurtidos.
Diciembre es otro gran mes de ventas, pero estos días, en plena playa, lo venden “casi todo”, algo que no deja de sorprenderles dado que no se trata de productos de primera necesidad, como ellos mismos reconocen. No pueden pasar las vacaciones en Jaén, pero reciben las visitas de familiares y amigos que también llegan cargados de productos de su tierra. Robles y Mondéjar, aunque estén lejos, no piensan desprenderse de lo mejor de ella.
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