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LA COLUMNA A LA IZQUIERDA por Francisco Pérez Terrón

LA COLUMNA A LA IZQUIERDA por Francisco Pérez Terrón

Responsables de tráfico

Una columna a la izquierda para hablar de tráfico, tendría que situarse en Inglaterra que es donde se conduce por la izquierda, pero refiriéndome a Motril, no tiene sentido. La fuerza de la costumbre es poderosa y además, yo tengo el corazón a ese lado  y eso también cuenta.

Esto va a ser, más bien una carta abierta al responsable de tráfico. Vaya por delante que no tengo la menor idea de cómo debería organizarse  el tráfico, aparte de la que pueda tener cualquier conductor; pero a fuerza de años al volante, tropiezo con ordenamientos que no puedo explicarme. Mucho me temo que el elegido municipal para el cargo pueda ser un magnífico veterinario o ingeniero espacial, o doctor en filología, pero que tenga la misma idea del tráfico que tengo yo, porque en el reparto de los cargos políticos pueden ocurrir estas cosas. Dicho con todo respeto, como está de moda decir.

Si miramos a Motril desde el sur, el Mercado Municipal está situado más o menos en el centro de la ciudad; es decir que para ir al mercado, la mitad de la población viene del este y la otra mitas del oeste. ¿Estamos de acuerdo?  El acceso al aparcamiento del mercado, , se hace por la Avenida de Salobreña. Llegados a la rotonda de la fuente ovalada, (No sé si esta fuente tiene nombre propio, pero ya nos entendemos) tanto los que venimos de un lado como del otro, subimos la rampa y emprendemos la aventura de lograr una plaza para aparcar. Supongamos, como es mi caso, que hemos llegado hasta allí desde el este: supongamos que hemos conseguido un hueco legal para dejar el coche; supongamos que hemos encontrado unos riquísimos y fresquísimos salmonetes que nos inundan el paladar pensando en cuando los tengamos fritos en el plato; supongamos que hemos superado ya todas las dificultades y nos disponemos a regresar a casa. Pues bien, los que venimos del este, tenemos que salir en dirección oeste por la calle de Francisco Palanco, incorporarnos a la Av. de Salobreña, continuar en dirección oeste hasta la rotonda de donde parte la Calle de las Cañas, hacer allí el giro y regresar en dirección contraria, todo el camino andado, hasta llegar de nuevo a la fuente ovalada. Y esto, cargándose de paciencia mientras pasan con parsimonia y estratégicamente diseminados, los quince o veinte peatones que me están esperando todos los días para fastidiar y se ponen a atravesar cuando me ven aparecer, por los seis pasos peatonales que suman entre la ida y la  vuelta.

No me cabe la menor duda de que este despilfarro de tiempo, gasolina y desgaste del pavimento, es necesario en cientos casos. Lo que me sorprende es que la rampa que une la Av. de Salobreña y el aparcamiento del mercado, es lo suficientemente ancha, y podría fácilmente serlo más, puesto que a su derecha hay un pequeño solar inutilizable, que permitiera que por esa rampa se pudiera subir y bajar; con lo que se suprimiría todo el inútil recorrido  que he descrito. Si existen razones, que yo ignoro, para que esa rampa sea de sentido único,  me encantaría conocerlas.

Vuelvo a recordar lo dicho al comienzo sobre mi desconocimiento técnico del ordenamiento de la circulación, pero me gustaría que el responsable de turno hiciera este trayecto descrito, un par de veces por semana, durante unos años, y me contara luego su experiencia. Por supuesto, los salmonetes frescos le sabrán a él tan ricamente como a mí. ¿Tiene arreglo la rampa?

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