Un avión 'fichará' las casas ilegales de la Costa con riesgo de inundación
Terra.-Las nubes no acaban de decidir si se asientan en Granada o le dan el relevo definitivo a la sequía. Pero hay que ser previsores. 'Cuatro' gotas seguidas pueden acabar en desastre. Sólo hay que echar la vista atrás y recordar la catástrofe que tuvo lugar en La Rábita en el año 1973. 'La nube' -como fue denominada entonces- soltó cientos de litros de agua en un tiempo récord. Acabó con la vida de más de medio centenar de personas. Para evitar una calamidad similar, desde el pasado mes de junio, un avión con los últimos avances tecnológicos sobrevuela la Costa para identificar todos y cada uno de los puntos 'negros' donde coinciden viviendas y peligro de inundación.
En especial se incidirá sobre las construcciones levantadas sin miramientos sobre cauces naturales de agua. Los municipios de Almuñécar, Salobreña, Motril, Gualchos, Lújar, Rubite, Polopos, Sorvilán, Albuñol, Los Guájares, Otívar, Alboldón, Vélez de Benaudalla, Lentejí, Ítrabo, Jete y Molvízar están siendo observados con lupa y desde el aire. Un radar especialmente diseñado para identificar riesgos de inundación y caracterización del comportamiento hidráulico de los cauces de agua, único en España y utilizado por vez primera en Andalucía, rastreará la zona milímetro a milímetro.
El trabajo de análisis durará un año y desembocará en obras de mejora, pero también en medidas legales contra las edificaciones construidas en terrenos con alta peligrosidad sin respetar la normativa. No son pocos los casos; pese a que hasta ahora campasen a sus anchas con el riesgo que acarrean para los que habitan en ellas. Sobre todo porque en la mayor parte de los casos, sus dueños desconocen la amenaza que entraña.
El proyecto -puesto en marcha por la Consejería de Medio Ambiente a través de la Agencia Andaluza del Agua, con un presupuesto de más de tres millones de euros- se basa en un estudio hidráulico para la ordenación de las cuencas del litoral granadino. La expansión urbanística que ha tenido lugar en la Costa en la última década, en muchos casos ilegal, ha supuesto una intensa ocupación de la banda litoral de la Costa de Granada y ha generado una amplia reducción de los cauces de los ríos, los arroyos y las ramblas. Esta situación puede provocar inundaciones importantes, provocadas directamente por asentamientos urbanos.
Numerosos cauces de agua bajan por las cuencas que se suceden a lo largo del litoral, contando con embalses, de los que los más notables son los de Béznar y Rules, que vierten al río Guadalfeo. La iniciativa permitirá identificar estos nuevos riesgos, realizar una propuesta de aptitud de los terrenos inundables, diseñar medidas de carácter preventivo para eliminar o reducir la posibilidad de inundaciones e incluso tomar medidas legales contra todas las construcciones ilegalmente levantadas por estar próximas a cauces de ríos, arroyos y ramblas.
A partir de junio de 2006 y con los datos en la mano, la Junta a través de la Consejería de Medio Ambiente comenzará las obras. El tiempo de realización dependerá de los resultados que se encuentren los técnicos. 'Una vez que la empresa nos permita conocer el estudio, con la interpretación correspondiente y los planos de las zonas afectadas, tomaremos las medidas oportunas', reconoce el delegado de Medio Ambiente, Gerardo Sánchez. De la misma forma que se llevó a cabo en el resto de la provincia y que ha permitido anular las áreas de amenaza. Actualmente, 'Loja con el encauzamiento del río Genil, el barranco Hondo de Ogíjares o el Padul' se encuentran en pleno proceso de integración de sociedad y ríos.
Una zona profundamente transformada por el hombre y de cambios rápidos, constantes y profundos no había sido estudiada en profundidad hasta ahora. 'No se había tratado con efectividad nunca y este plan nos servirá para no lamentar situaciones como la ocurrida en La Rábita', subraya Sánchez. La única exploración se llevó a cabo en 2002. Pero no de forma detallada. Entonces, los estudios elaborados por la antigua secretaría general de Aguas y que sirvieron para la redacción del 'plan de prevención de avenidas e inundaciones en cauces urbanos andaluces', pusieron de manifiesto que la Costa Tropical contaba con 27 puntos de riesgo importante de inundación.
Medio Ambiente, sin embargo, sospecha que estos resultados son demasiado optimistas y que las conclusiones del estudio que se está realizando mostrarán una realidad bien distinta que igualmente se solventará en un año.
En especial se incidirá sobre las construcciones levantadas sin miramientos sobre cauces naturales de agua. Los municipios de Almuñécar, Salobreña, Motril, Gualchos, Lújar, Rubite, Polopos, Sorvilán, Albuñol, Los Guájares, Otívar, Alboldón, Vélez de Benaudalla, Lentejí, Ítrabo, Jete y Molvízar están siendo observados con lupa y desde el aire. Un radar especialmente diseñado para identificar riesgos de inundación y caracterización del comportamiento hidráulico de los cauces de agua, único en España y utilizado por vez primera en Andalucía, rastreará la zona milímetro a milímetro.
El trabajo de análisis durará un año y desembocará en obras de mejora, pero también en medidas legales contra las edificaciones construidas en terrenos con alta peligrosidad sin respetar la normativa. No son pocos los casos; pese a que hasta ahora campasen a sus anchas con el riesgo que acarrean para los que habitan en ellas. Sobre todo porque en la mayor parte de los casos, sus dueños desconocen la amenaza que entraña.
El proyecto -puesto en marcha por la Consejería de Medio Ambiente a través de la Agencia Andaluza del Agua, con un presupuesto de más de tres millones de euros- se basa en un estudio hidráulico para la ordenación de las cuencas del litoral granadino. La expansión urbanística que ha tenido lugar en la Costa en la última década, en muchos casos ilegal, ha supuesto una intensa ocupación de la banda litoral de la Costa de Granada y ha generado una amplia reducción de los cauces de los ríos, los arroyos y las ramblas. Esta situación puede provocar inundaciones importantes, provocadas directamente por asentamientos urbanos.
Numerosos cauces de agua bajan por las cuencas que se suceden a lo largo del litoral, contando con embalses, de los que los más notables son los de Béznar y Rules, que vierten al río Guadalfeo. La iniciativa permitirá identificar estos nuevos riesgos, realizar una propuesta de aptitud de los terrenos inundables, diseñar medidas de carácter preventivo para eliminar o reducir la posibilidad de inundaciones e incluso tomar medidas legales contra todas las construcciones ilegalmente levantadas por estar próximas a cauces de ríos, arroyos y ramblas.
A partir de junio de 2006 y con los datos en la mano, la Junta a través de la Consejería de Medio Ambiente comenzará las obras. El tiempo de realización dependerá de los resultados que se encuentren los técnicos. 'Una vez que la empresa nos permita conocer el estudio, con la interpretación correspondiente y los planos de las zonas afectadas, tomaremos las medidas oportunas', reconoce el delegado de Medio Ambiente, Gerardo Sánchez. De la misma forma que se llevó a cabo en el resto de la provincia y que ha permitido anular las áreas de amenaza. Actualmente, 'Loja con el encauzamiento del río Genil, el barranco Hondo de Ogíjares o el Padul' se encuentran en pleno proceso de integración de sociedad y ríos.
Una zona profundamente transformada por el hombre y de cambios rápidos, constantes y profundos no había sido estudiada en profundidad hasta ahora. 'No se había tratado con efectividad nunca y este plan nos servirá para no lamentar situaciones como la ocurrida en La Rábita', subraya Sánchez. La única exploración se llevó a cabo en 2002. Pero no de forma detallada. Entonces, los estudios elaborados por la antigua secretaría general de Aguas y que sirvieron para la redacción del 'plan de prevención de avenidas e inundaciones en cauces urbanos andaluces', pusieron de manifiesto que la Costa Tropical contaba con 27 puntos de riesgo importante de inundación.
Medio Ambiente, sin embargo, sospecha que estos resultados son demasiado optimistas y que las conclusiones del estudio que se está realizando mostrarán una realidad bien distinta que igualmente se solventará en un año.
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