El fiscal pide 34 años para Tony King

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga acogerá mañana lunes la última de las cinco sesiones fijadas inicialmente en el juicio oral que se sigue contra el británico Tony Alexander King por la muerte de la joven del municipio malagueño de Coín Sonia Carabantes, por la que se enfrenta a una petición fiscal inicial de 34 años de prisión.

Para la sesión de mañana estaba previsto sólo las conclusiones definitivas y los informes finales de las partes, aunque se intentará citar a dos agentes de la Guardia Civil y habrá que terminar la lectura de la prueba documental solicitada por las partes, que se comenzó en la sesión del pasado martes.

El fiscal solicita en su calificación provisional 34 años de cárcel por los delitos de asesinato, por el que le pide 25 años; agresión sexual, por el que se solicita cuatro años, y detención ilegal, por el que pide cinco años, además de 300.000 euros de indemnización. La familia de la joven demanda 44 años, al elevar las penas y añadir un delito de lesiones.

La primera sesión del juicio tuvo lugar el pasado 17 de octubre, en la que King gritó su inocencia. En su declaración, se retractó de su primera manifestación, en la que se confesó autor de esta muerte y de la de Rocío Wanninkhof, al argumentar que su detención, el 18 de septiembre de 2003, después de que unos análisis de ADN le relacionaran con ambos asesinatos, fue "una agonía y una tortura". Dijo que todo lo que declaró ante el juez era "falso" y que lo hizo así para que dejaran de torturarle.

El procesado, que contestó en inglés y sólo a preguntas de su abogado, implicó a Dolores Vázquez y al que fuera su amigo Robert Graham en la muerte de Sonia y también en la de Rocío Wanninkhof, por la que también está imputado, así como en la desaparición de la chica de Motril (Granada) María Teresa Fernández, asegurando que existe "una conexión" entre estos tres casos.

En la segunda sesión, la empleada de un establecimiento de lavado de coches de Mijas-Costa reconoció en la Sala al británico como el hombre que llevó un coche para que le hicieran un lavado especial y así quitar unas manchas que él dijo eran de tinta roja. No obstante, los policías encargados de la inspección ocular del vehículo de King dijeron en esta sesión que descubrieron restos de sangre en el interior, a pesar de que había sido limpiado, así como productos de limpieza especiales para eliminar dicho líquido.

Posteriormente, los agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación tras la muerte de Sonia Carabantes declararon que los indicios y elementos analizados apuntan a que fue una agresión y no un atropello lo que sufrió la joven de Coín, por la falta de restos de vehículos en la zona, el lugar donde estaba la mayoría de las manchas de sangre y el que no hubiera marcas de neumáticos. Además, aseguraron que en su declaración, éste dijo sentirse "el cazador", mientras que las mujeres eran "sus presas".