El violisnista catalán Guillem Calvo se hizo con el público de Motril
El comentario general del público que casi llenó la pasada noche del sábado 12 el salón de actos del Centro Cultural de Cajagranada en Motril era unánime al finalizar el concierto ofrecido por los jóvenes catalanes Guillem Calvo violinista y Pau Casan pianista: extraordinario, sorprendente.
Efectivamente, Guillem Calvo, a pesar de su juventud, nace en Barcelona el año 1985, mostró un dominio en la técnica, en la expresividad, en el sonido que lo acerca a las grandes figuras con toda legitimidad. En el programa figuraban obras para cuya ejecución se requiere un alto dominio del instrumento como la Ciaccona de la Partita para violín solo nº 2 en re menor de Bach, la Sonata para violín y piano nº 2 en re mayor de Prokofiev o Le Streghe del genial Paganini. Los arpegios, los unísonos, las dobles y triples cuerdas, los armónicos inundaron cada rincón de la sala con un purísimo sonido que dejó al auditorio completamente entregado en sus aplausos.
Guillem Calvo ha llegado a Andalucía desde Londres, donde continúa sus estudios en el Royal College of Music, para realizar una gira de conciertos por distintas asociaciones de Juventudes Musicales de nuestra Comunidad y ya ha sido premiado como solista en varios concursos nacionales.
Por su parte, el pianista acompañante Pau Casan desempeñó una labor que contribuyó brillantemente al éxito común del concierto. No en vano Pau Casan ha recibido clases magistrales de Alicia de Larocha, Badura-Skoda y Joaquín Nin entre otros, actuando ya como solista en casi toda Europa y América y realizando diferentes grabaciones para el sello Columna Música.
El concierto, organizado por Juventudes Musicales y la Asociación para el Fomento de la Cultura, estuvo patrocinado por el INAEM y el Centro Cultural de Cajagranada.
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