El Ayuntamiento de Almuñécar expedienta al Camping el Carambolo por ubicar viviendas de madera en suelo no urbanizable

Convergencia Andaluza critica la desfachatez e hipocresía de los “ecologistas” Francisco Javier Egea y Fermín Tejero, quienes regentan el camping.

Convergencia Andaluza de Almuñécar denuncia que dos de los casos de implantación de viviendas de madera en terrenos no urbanizables constatados en el término municipal de Almuñécar, lo han sido en el Camping El Carambolo, regentado por el Coordinador provincial de Ecologistas en Acción en Granada, Francisco Javier Egea Titos y uno de sus asociados en Almuñécar, Francisco Tejero Mesa, debiendo resaltar que los terrenos en los que se ubica dicho camping tienen la consideración de “Suelo No Urbanizable de Protección de Cultivos”.

Esta irregular implantación fue advertida por el Servicio de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento de Almuñécar y objeto del correspondiente Expediente de Disciplina Urbanística, en el que se ha puesto de manifiesto que la misma no cuenta con la preceptiva Licencia Municipal.

Convergencia Andaluza critica la desfachatez e hipocresía de estos “ecologistas de bolsillo” que mientras predican una cosa en los medios de comunicación, ellos se saltan a la torera las leyes en sus actividades empresariales. Y esto referido a la noticia aparecida en los medios de comunicación sobre la proliferación de casas de madera en terrenos no urbanizables de la provincia de Granada y la advertencia de la Fiscalía de Granada sobre el peligro que suponen estas viviendas.

En referencia a lo anterior, según aparecía en la prensa, uno de los municipios investigados por esta práctica es Vélez de Benaudalla. Queremos resaltar desde Convergencia Andaluza de Almuñécar que, curiosamente, es precisamente en Vélez de Benaudalla donde desempeña sus funciones como Técnico Municipal responsable de la disciplina urbanística Nicolás González Maraver, quien abandera posturas ecologistas y de protección del suelo no urbanizable, en otros municipios como Almuñécar, pero al perecer, no allí donde debería ejercer sus responsabilidades profesionales.