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El Gobierno aprueba un plan de acción contra las medusas

El Gobierno aprueba un plan de acción contra las medusas

El Ministerio de Medio Ambiente pondrá en marcha este verano un plan de acción especial para el estudio y la detección de las medusas, con la intención de prevenir y reducir los efectos que la presencia de estas especies tienen sobre los bañistas y el turismo, así como para mejorar el conocimiento científico sobre sus distintas especies. El 'Plan Medusa' incluye medidas como embarcaciones potentes en la costa para retirar las medusas antes de que lleguen a las playas, aunque según el gabinete de Narbona con estas medidas "no se podrá garantizar en ningún caso la ausencia completa de estos organismos en las zonas de baño".

Según explicaron fuentes de Medio Ambiente, la campaña se centra "en la temprana detección de las proliferaciones de medusas", mediante la creación de una red de observadores que avisarán de la existencia de concentraciones de medusas o de basuras flotantes. En la primera fase de actuación del Plan, éste se centrará en el Mediterráneo y sur andaluz, incluyendo Ceuta y Melilla.

Los observadores estarán divididos en cinco zonas: Cataluña, Baleares, Levante, Mediterréneo andaluz y Atlántico andaluz, y cada una de las zonas estará atendida por un coordinador responsable de formar al personal colaborador en las tareas de observación, así como a los servicios de costas y las autoriades autonómicas.

La campaña está dirigida también a impulsar un proyecto de investigación que permita mejorar el conocimiento sobre las causas de la proliferación de las medusas, así como su llegada masiva a las costas españolas. Además, también está previsto poner en marcha un plan coordinado con las administraciones para tratar de evitar los efectos de estas altas concentraciones de medusas, generando avisos a la población y elaborando protocolos de actuación aplicables en cada situación.

Pero una parte importante del 'Plan Medusa' es la investigación científica, a la que va dirigida buena parte de los recursos del mismo. El Ministerio de Medio Ambiente pretende potenciar la investigación de la biología y ecología de estos organismos, así como los factores que pueden determinar el aumento de sus poblaciones.

Según explicó a Europa Press el profesor de investigación del Instituto de Ciencias del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y coordinador científico del plan del Gobierno contra las medusas, Josep María Gili, el criterio de esta línea de actuación se basa en recoger a las medusas cuando "estén muy cerca de la costa" -en torno a los 100 metros o a lo sumo "a 200 metros como máximo"- ya que es así como es "más factible" capturarlas "con garantías".

Una vez localizados los enjambres, tanto las Comunidades Autónomas como el Ministerio "mandarán barcos especializados o pescadores" para recogerlas. En caso de que las medusas alcancen el nivel de playa, "serán los propios ayuntamientos" los encargados de recogerlas, ya que una vez allí "están moribundas o muertas".

El objetivo, explicó Gili, es "sacarlas para evitar que se conviertan en una plaga", y en caso de que cerca de la costa se dieran "'enjambres' muy grandes", se dispondría una embarcación más potente para retirarlas.

Además, estas directrices incluyen unas recomendaciones una vez que la medusa pase a ser "residuo" tras su captura, consistente en un "tratamiento previo" de los restos para posteriormente depositarlas en un vertedero. También se incluirá una línea de información ciudadana para "aconsejar" a la población en este sentido.

El 90% de su cuerpo es agua

Las medusas son unos animales invertebrados que pertenecen al grupo de los cnidarios, y que su mayor peculiaridad es que el 90% de su cuerpo está compuesto de agua. Son capaces de desarrollar unas células urticantes denominadas cnidocitos que, distribuidas por la superficie de su cuerpo, les sirven como defensa y para capturar a las presas, pero sus efectos urticantes se aplican también a los hombres, a quienes provocan dolorosas picaduras al entrar en contacto con la medusa.

Su capacidad de movimiento es muy limitada, y como son animales incapaces de vencer la fuerza de las corrientes y los vientos, se desplazan vagando a la deriva en función de las corrientes marinas, que en muchas ocasiones las arrastran hasta la costa.

La aparición de medusas en las aguas de baño costeras es un fenómeno habitual, y los casos de proliferación son estacionales, pero en los últimos años se han incrementado sustancialmente. El verano pasado, en muchos lugares de la costa se tuvieron que tomar medidas que incluso prohibían el baño, dada la altísima concentración de medusas. Aunque las causas de esta invasión no están demasiado claras para la comunidad científica, muchos atribuyen a la ausencia de sus depredadores naturales -los túnidos- y el aumento de la temperatura del mar los principales motivos de este aumento de su presencia.

Dadas las molestias que estos animales pueden producir a los bañistas, se deben seguir fielmente las indicaciones que se ofrecen en los puestos de socorro de las playas, evitando el baño cuando así se requiera.

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