El profesor al que se le prohibió dar clases con un 'piercing' se siente desprotegido

El joven Francisco Prados, que estaba realizando sus prácticas en el Colegio Santo Rosario de Motril (Granada), aún no sale de su asombro por lo ocurrido cuando a falta de una semana de finalizar su periodo de formación en este centro fue invitado a irse o despojarse, al menos para impartir sus clases, el 'piercing' que lleva en la ceja, un hecho ante el que se ha sentido "desprotegido" tanto por los padres de los alumnos como por la Junta de Andalucía.

En declaraciones a Europa Press, el docente, que no imparte sus clases ya en el citado centro, dijo que se "sorprendía" de que estas cosas pasaran en el siglo XXI. "Es inconcebible cómo ocurre esto en un centro además que es concertado y que recibe dinero público de la Junta de Andalucía", destacó Prados.

Recordó además que "el no llevar 'piercing' no era ninguno de los requisitos que solicitaban desde el centro para aceptar a personas de prácticas", una formación que el joven consiguió a través de la Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical. Así, según indicó, los requisitos eran tres: rezar, por tratarse de un colegio religioso; ser buena persona; y tener buen currículo.

El profesor de música lamentó además que si a la dirección del centro no le gustó su apariencia o su 'piercing' tuvo "tiempo" de reaccionar, porque cuando lo hicieron fue a las cuatro semanas de estar impartiendo clase allí. La forma de comunicárselo, relató, fue a través de una llamada desde el centro a la Mancomunidad, en la que le dijeron a la técnico encargada de las prácticas que "lo sentía mucho, pero no puede dar clases con el 'piercing".

Aseguró que ha hecho pública esta situación porque "no quiero que le ocurra a otros compañeros" y porque "es algo por lo que me siento indignado". Sin embargo, "al menos por el momento" no pretende dar más pasos. El pendiente lo lleva desde hace cinco años y piensa quitárselo.

Igualmente, aclaró que no ha recibido ninguna llamada desde el centro ni tampoco desde el colectivo de padres de alumnos. Además, dijo que estos días ha estado interesándose por el tema y por lo que se decía y "los comentarios que he visto por parte de los padres no está precisamente de mi lado".

Las críticas también las dirigió hacia la Delegación de Educación porque "por ahora no ha hecho nada", aunque el pasado lunes, cuando se conoció el caso, el delegado provincial, Antonio lara, aseguró que la Administración autonómica "mediaría" en el conflicto.

Por otro lado, desde el centro educativo obviaron hacer declaraciones sobre este asunto, diciendo que la directora "no tiene nada que hablar con los medios de comunicación" y que "al colegio no le hace daño, que es lo importante".