Un desprendimiento de tierra provoca el cierre de la A-7 entre Albuñol y Adra
Un movimiento de ladera provocó ayer el corte al tráfico de la autovía A-7 en el tramo Albuñol-Adra. De momento, se desconocen los motivos del deslizamiento de tierras que, en ningún momento han alcanzado la calzada.
El Ministerio de Fomento y Ferrovial, empresa encargada de las obras de la carretera, ya están investigando las causas de este movimiento en la montaña, por lo que «por motivos de seguridad» , el tráfico se ha desviado por la antigua carretera N-340, entre los enlaces de Pozuelo y Adra. «El motivo del corte se debe a un importante deslizamiento de tierras, producido en la ladera de la montaña que ha afectado al estribo y a una pila del viaducto de La Alcazaba situado entre los puntos kilométricos 381 y 300», explicó Juan de Oña, jefe de Unidad de Carreteras de Almería del Ministerio de Fomento.
Tanto desde Fomento como desde la empresa Ferrovial iniciaron una labor de seguimiento, para analizar la evolución y adoptar las medidas técnicas que «permitan garantizar la estabilidad de la estructura y volver en el menor tiempo posible a restablecer el tráfico».
Lo que sí tienen claro es que se ha detectado un movimiento de la ladera. «Descartamos que el movimiento se haya producido por la estructura, todo lo contrario, se trata de un deslizamiento natural de la tierra que ha afectado a la estructura. Ha sido brusco e imprevisible y desconocemos el origen», puntualizó Emilio López, delegado de Andalucía Oriental de Ferrovial.
Desde primera hora de la mañana, que fue cuando detectaron el problema, realizaron las comprobaciones topográficas pertinentes para conocer el alcance del movimiento y junto con el Ministerio determinaron, por seguridad de los usuarios de la vía, cortar el tráfico, mientras siguen con la investigación y elaboran medidas correctoras.
Así, hasta que no terminen los estudios de diagnóstico que aclaren la magnitud del movimiento de tierras y sus causas, no podrán determinar la solución técnica y el plazo que durará la reparación. Un grupo de treinta operarios de Ferrovial está trabajando ’in situ’ en las inmediaciones de la autovía, así como técnicos y la maquinaria necesaria para ejecutar los arreglos. Por lo menos, este fin de semana, este tramo estará totalmente cerrado al tráfico.
Segundo desprendimiento La obra supuso una inversión de 115 millones de euros, cifra que también incluyó las expropiaciones y los proyectos de consultoría, por lo que cada kilómetro del tramo ha costado once millones de euros, casi tres veces más que los 4,5 millones de la media nacional. Esta no es la primera vez que un movimiento de tierras afecta a este tramo de la autovía.
El mismo día que se inauguró -el 26 de diciembre de 2007- se cerró al tráfico dos de los diez kilómetros que se abrieron al tránsito de vehículos. Y tan solo hace tres meses que abrió por completo esta carretera. Una vez más los movimientos de tierra han jugado una mala pasada a esta autovía
0 comentarios