¿Le importa al delegado provincial de Agricultura el trance del sector hortofrutícola? por ASAJA Granada

ASAJA GRANADA en vano está esperando, en estos fatídicos días desde que las autoridades alemanas declararan falsamente que el foco de la infección por E.Coli estaba en los pepinos con origen andaluz, que el delegado provincial de la Consejería de Agricultura, Andrés Ruiz Martín, convoque un gabinete de crisis que coordine las actuaciones que se puedan llevar a cabo para indemnizar a los agricultores granadinos que han perdido sus producciones debido a la innecesaria alarma sanitaria generada, así como para restituir la imagen y recuperar la normalidad del sector.

Tal vez crea el Delegado que nada ha sucedido aquí (al contrario que los técnicos de su Delegación que sí han comenzado a trabajar desde el primer momento) pero el hecho es que, por efecto dominó, se han tenido que destruir en Granada más de diez millones de kilos de productos del campo (entre seis y siete millones solo de pepinos) y nos parece que como máximo responsable debería preocuparse de que los agricultores de Granada reciban lo que justamente les corresponde por el daño sufrido.  

Otro cantar son las ridículas ayudas que ayer propuso conceder la Unión Europea del fondo de compensación, 150 millones de euros para todos los países miembros afectados, cuando solo en España las pérdidas ya superaron esa cifra en la primera semana de crisis. Nuestra organización agraria confía en que el Gobierno siga presionando para que el Comisario mejore hoy la propuesta realizada (que solo cubre  el 30% del valor del mercado de los productos que no se han podido exportar) y se consiga  completar el 100% de las pérdidas ocasionadas a los productores. Si la UE no quiere pagar  todos los platos rotos, que sea la propia Alemania quien repare los daños por la precipitación y negligencia con que ha actuado. 

El trabajo de recopilación y de justificación de daños mediante facturas, albaranes de entrega, etc., debe comenzar ahora por parte de los agricultores afectados, aunque no se haya superado aún la situación de colapso de los mercados, con el fin de verificar los perjuicios económicos. Nuestra recomendación es que se ajusten al modelo de valoración consensuado por el sector, publicado hoy mismo por la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, en el que se especifican las pérdidas por producto entrado y no vendido, por producto rechazado o desviado, por producto comercializado por menor valor a partir de la alerta y el coste de eliminación del producto (contenedores, destrucción de la mercancía y costes estructurales). Lanzamos, además, un mensaje a la sociedad para que no deje de incluir en su cesta de la compra frutas, verduras y hortalizas frescas de nuestra tierra.

Nos preguntamos, por último, con la que está cayendo ¿se pondrá el delegado en su sitio o seguirá dando muestras de que no le importa el trance que atraviesa el sector hortofrutícola?