SOBRE LA MARCHA por Juan José Escribano

¡Que barbaridad, que “abarrunto” ha cogido ud. con los tres articulillos de marras!. No sé que ha podido “enguipar” en ellos que lo han llevado a “esturrear”  y formar este “jollín” o “laborintio” y “jendiñarme” la serie de “lambreazos” vocales que me ha dedicado, un hombre  tan “atélite” y nunca considerado un “maoca” por mí. Claro, cabe la posibilidad, por mis cortas luces, según escribe,  que en esto último me equivoqué.

Perdone me dirija de esta forma y esperando me entienda, a veces uso esta “ jerga” . No sé si es de “denación” motrileña, pero es igual. Ud. se dirige y va a cualquier nativo de años de aquí y le traduce en un “pis-pas” la palabra que no entienda y verá como me he dirigido a ud. con el debido respeto que en su escrito brilla por ausencia ya que se tiene que ser “mu jayuelo” para no darse cuenta que leyendo entre líneas el mismo no haya intentado “apiolarme” y “asobinarme”.  Ud. que me invita a ir por “frente y por derecho” en el tema político y social que recordaba en mi primer escrito de referencia , se vale del prosáico “aneazo” del suyo para soltar todo lo que suelta.

Voy sólo a defenderme, una “miilla”. ¿Sabe una cosa, Sr. Alvarez de Cienfuegos?...me recuerda ud. en su comportamientos; sutilezas; golpes de pecho con la izquierda y “arréos” con la derecha; a parecer como que no ha roto en su vida, un plato y demás,  a uno de los componentes de aquella panda de mentes enanas de las que escribía  y que amparados en el pan para hoy y hambre para mañana, jodían o intentaban joder, porque por suerte a más no llegaban, ni podían llegar, a otros que si pensando, en la hambruna que existía en aquellos tiempos, no lo hacían en un inmediato mañana y sí en algo que lleva muchos años llevando sueldos  a hogares  y que fue punto de inflexión en una ciudad que lo necesitaba perentoriamente.  Si leído esto, Sr. Alvarez de Cienfuegos, no me quiere entender ante sus aplaudidores que los tendrá, no se lo tendré en cuenta, porque sé que “pupa” muy suya le hará sin sobresaltarme ya que 20 mgr. de omeprazol , bastan.

Otra cosa, Sr. Alvarez de Cienfuegos, no me dé lecciones, ni ud. ni su casta, de gallardia y menos de honradez. Hasta ahí podríamos llegar, Sr. Alvarez de Cienfuegos. Valor y esfuerzo en el obrar siempre lo intenté y lo mismo ser justo en mi manera de pensar, con rectitud e integridad. Lo heredé y muy preciosamente de mi entorno familiar y sobre todo de aquel que me lo inculcaba con su ejemplo, todos los días y en cualquier momento. Esto es al fin y al cabo un pueblo aún y todos o mejor dicho, casi todos, conocemos su historia y a sus conciudadanos y digo casi todos, porque detecto que ud. ya sea por no nascencia o por lo poco vivido en sus calles y plazas y contacto con sus ciudadanos, no quiere o desea conocer.  Y de todo y hasta familiarmente, repase su entorno, que yo tengo repasado el mío, hubo en la viña del señor o para entendernos en la Vega de Motril. ¿Me sigue en este repito, “laborintio” o “jollín”, en que se ha metido, sin llamarle?.

Un consejo y más cuando dispara sin saber. Déjese de demagogias; fusilamientos; recordatorios…eso ya pasó. Se lo dice o mejor le da un consejillo, quien “algo” hizo desde muy temprana edad para que ello se olvidara y después conseguido el tema siguió al pie del cañon, como vulgarmente se dice. Por ahí y solo una pregunta…¿Donde y que hacía ud. en los años 60; 70  y 80 por la normal convivencia entre españoles dejando de mirar – sin olvidar – hacia atrás con ira y sí al frente con esperanza?.

Sr. Alvarez de Cienfuegos, escribo como quiero y me da la gana y no le contesté en motrileño. Imposiciones, ni una, Sr. Alvarez de Cienfuegos, eso en otros foros que se lo permitan por las circunstancias que sean.  Intento escribir recordando para gente inteligente y que conoce las historias de su ciudad, sus vivencias. No hace falta dar nombres, se pueden herir susceptibilidades a personas que o no están o ya paso tiempo – es por aquello expuesto mas arriba de la ira y la esperanza – pero la historia, la verdadera historia, está ahí y no hay quién la mueva, hay que asumirla. Lo de la camisa azul es algo burdo y anticuado … ¿no?. Vaya, ud. tan inteligente.  Hace daño quién puede y no quién quiere, no lo olvide, pero puede por ello recibir réplica. “Anchas son mis espaldas, Señor”, decía el de Silos y acostumbrado está uno a leer opiniones de estos “aneazos”, mientras enrolado está y desde mucho en algo que crea aunque sea una pizca de riqueza y no viviendo de esa riqueza que se crea. No me abruman los titulillos y más cuando uno conoce como se logran.

Y pasemos al fútbol. Difícil sería convencerle y poco tiempo le voy a dedicar a ello. Para su “intranquilidad” le diré que no soy culé. Soy peor…soy atlético. Vamos para que me entienda “Sr. Vikingo”…soy “indio”. Con ello se lo digo todo y más. Pero me gusta el fútbol desde que lo practicaba con balón con acordonador …¿Ud. lo practicó alguna vez federativamente?...Perdone pero no recuerdo y eso algo de saber del tema deja, se lo digo yo. Y por lo que sé y he visto desde hace muchos años, hoy en día créame, no existe en el mundo equipo como el Barcelona. Es más, ni el Brasil de Mejico del 70, ni el Milan de Sacchi.

Lo del Sr. Roncero, en el diário “As” y en otros medios de comunicación, sobre todo televisivos y que rara vez oigo, es de pena. Creame que me da pena, Sr. Alvarez de Cienfuegos …y usted dirá ¿por qué? – como dice ese impresentable entrenador portugués – pues porque a sus lecturas y palabras me remito, simplemente.

Lo de Karanka…la voz de su amo y dueño y sobre el que entrenó en Inglaterra e Italia…pues visto lo visto, mejor callarse. ¡Ah!, Sr. Inteligente, lo de Florentino, me deja…¿Cómo le diría yo….? Si, como cabra “emnoclá”. Me deja “tocado”. Como tocado me dejó y puede que por eso la “ojeriza” para conmigo, cuando en el “Escribano Castilla” en un Motril-Granada cruzamos unas frases poco amigables por la defensa que hacia del Granada y un jugador del mismo en dura entrada a un motrileño. ¿Verdad que lo recuerda Sr. Alvarez de Cienfuegos?. Yo a los míos, siempre con razón o sin ella y también que cada palo aguante su vela aunque sea retrotayendonos en la verdadera historia.

Para terminar, por mí, aquí se acaba el asunto, hubo solo replica, no habrá dúplica… ya que esto me recuerda y en motrileño castizo aquello de ¿Para que seguir, Mariquilla…Para que seguir…si uno no lee mas que folletás? Lo siento soy así. Hay opiniones que no me van.