DIFICIL PANORAMA por Juan José Escribano

Dificil panorama, muy dificil. Bien es cierto que actualmente en la economía de nuestro país, se vislumbran ciertos inicios de mejora. Existen índices, que con respecto a meses pasados, alcanzan una cierta estabilidad, pero también es cierto que no crecemos como debíamos y como crecen nuestros países vecinos. Sobre todo, en el mas social e importante de ellos, como es el empleo.

Existe una gran bolsa de ciudadanos, que están en la creencia, de que dentro de aproximadamente cuatro meses, los malos espiritus de nuestra economía, por solo cambio gubernamental, van a desaparecer. Vamos, que se va a llegar, como hada madrina con varita mágica y en un “pis-pas”, todo resuelto y no es, ni va a ser, asi.

Argumentan o se argumenta en que en años pasados, nuestra economía alcanzó cotas de lo mas positivas alcanzadas en esta época democrática, pero olvidan hechos importantes :  uno, que en aquella época, hace unos años, la economía española, sufria solo un “vaivén” de los muchos que con mayor o menor importancia se venían produciendo cíclicamente; dos, que lo de ahora, no es un llamado “vaivén”, sino una voraz crisis a escala mundial y que hasta pone en solfa los denominados Sistemas imperantes y tres, que fue ahí, en ese “paraíso”, que se construyó y se nos ofreció, donde comenzó, como comenzó en otros países, es cierto con control en estos y descontrol en el nuestro, los males que ahora sufrimos.

¿Que después, poco tiempo después, nos “vendieran el engaño y la mentira”, por un puñado de votos? Eso es otra historia y cierta tambien. Pero el mal propiciado por unos y otros, en los Gobiernos y por nosotros mismos, ya estaba ahí. Ya se habían puesto las bases,del ídolo con pies de barro,  de una economía que no era real en muchas políticas de esta, como la financiera; la de vivienda y otras. Y cito estas dos, sobre otras políticas porque desde mi punto de vista han sido en mayor escala las causantes de la situación que vivimos y sobre todo por nuestra “dependencia” de la llamada “política del ladrillo” que coadyuvo a que esta crisis nos diera con mayor energía. Y una arrastró a la otra. Los despidos propiciaron la caída del consumo. Con la alegría y rapidez que se abrieron negocios de todo tipo apareció la pena y aun mayor rapidez, en cerralos.

Estuvimos viviendo, anteayer, ayer y hoy, todos, instituciones; entidades  y simples ciudadanos,  por encima de nuestras verdaderas y reales posibilidades. La Banca en general – Bancos y Cajas – dejaron de llevar a cabo una, repito, política financiera adecuada y dentro de una economía real, con dejación de funciones en unos casos,  para lo que es su cometido y adopción de otras en las que nunca debieran de haber entrado. Basando nuestra economía en dos pilares como era el turismo y la construcción, sobre todo esta ultima, con la creación de miles y miles de puestos de trabajo, no queríamos ver, ni hacer caso a aquella denominada “burbuja inmobiliaria” que ya comenzaba a avisar en tiempos del Gobierno de Aznar. Dada nuestra casi total dependencia y no de ahora, ni de lustro atrás, sino de siempre, de otras economías occidentales, en el momento que estas sufrieron, como es lógico e histórico que se produzcan cada ciertos tiempos, desajustes en ellas, en nosotros por la dependencia  y los desafueros cometidos, la repercusión negativa fue a peor.  Y asi estamos, cuando vemos que empresas que hace no mas de 4 años daban la sensación que nadaban en la abundancia, hoy se encuentran totalmente arruinadas y el denominado “tsunami”, aun no ha pasado. Todo se vino abajo, no se tomaron por los políticos medidas un tanto impopulares que debían a su tiempo haberse tomado y con ello se perdió totalmente la confianza, que es “tesoro” que fervientemente queremos encontrar.

Y hoy en dia, nos encontramos en la situación que todos conocemos y desde mi humilde punto de vista y dado el empecinamiento que uno y otro gran partido político que existe, cree en que sus teorías y medidas son o van a ser las adecuadas, pongo en tela de juicio se resuelvan en un plazo corto y mientras no se produzca un gran Pacto de Estado entre todas esas fuerzas políticas, España, lo va a seguir pasando mal. Estamos en la situación en que estamos y nos aferramos como el naufrago se aferra al clavo – y solo digo, clavo, frio o ardiente, me da igual – de la confianza, en lo que sea o tengamos mas a mano por lo insostenible. Pero ya que las medidas a tomar tienen que ser muchas de ellas duras y con afectación a todos, esa confianza debe ser depositada en un líder que demuestre o mejor haya demostrado credibilidad. Perdonenme…¿Dónde está ese líder?.