MANIFIESTO EN DEFENSA DE LOS EMPLEADOS PÚBLICOS DEL SECTOR SANITARIO

Los profesionales sanitarios, como empleados públicos,  estamos convencidos de que la crisis económica en la que España está sumida desde hace ya varios años está siendo gestionada de manera deficiente por nuestros gobernantes. 

En numerosas ocasiones hemos pedido sin éxito que se gestionara bien el dinero público con el fin de evitar la situación actual, que se está traduciendo en una política de recortes en el número de efectivos y en la precarización de las condiciones laborales, retributivas y sociales de los empleados públicos, los cuales además sufrimos una injusta campaña de descrédito de la labor que realizamos en todos los ámbitos de la administración. 

El sector sanitario público está siendo especialmente víctima de estas decisiones políticas erradas que están dañando sin remedio la atención sanitaria y el derecho a la salud de millones de ciudadanos. Estamos convencidos de que hay soluciones y alternativas para reducir el déficit público que excluyan la política de recortes en los servicios públicos, como buscar nuevas fórmulas de financiación, recortar en gastos que están sobredimensionados y mejorar la gestión de los recursos. 

Nuestro Sistema Sanitario Público, es de los más eficientes de nuestro entorno, con un gasto por habitante bastante inferior a la media europea y con un catálogo de prestaciones más amplio. Por eso no entendemos que se quiera acabar con él y por esa misma razón nos vamos a oponer con todas nuestras fuerzas. 

Necesitamos un Sistema Sanitario Público, que garantice la universalidad, la financiación pública vía presupuestos generales del Estado, la provisión y gestión pública, se base en la solidaridad entre la población y genere cohesión social. Sin embargo, todas estas premisas están en cuestión con las medidas que los diferentes gobiernos están adoptando. 

No podemos compartir que se intente cuadrar cuentas endureciendo las condiciones laborales de los profesionales del sector y tomando medidas que afectan a derechos básicos del ciudadano. Esta situación de alta conflictividad no favorece un clima que nos permita fortalecer y hacer sostenible nuestro Sistema, abordando las necesarias reformas que se deban acometer pero en un proceso de negociación y acuerdo en todos los ámbitos: político, institucional, social y laboral, para garantizar la sostenibilidad presente y futura del Sistema. 

Creemos que, ahora más que nunca, es necesario hacer realidad nuestras propuestas en beneficio de todos los ciudadanos y del propio Sistema Sanitario: que se incrementen y mejoren los servicios públicos del SNS porque está en juego la Salud Pública; que se reforme la gestión del Sistema para lograr eficiencia y efectividad en la atención sanitaria; que se apueste por la coordinación entre el sector sanitario y sociosanitario; que se priorice en la prevención y la educación sanitaria en todos los niveles asistenciales, porque ello generará un ahorro a medio plazo en el Sistema; y, especialmente, que se proteja y se cuide a los profesionales sanitarios que cada día se esfuerzan para que la Sanidad Pública de nuestro país siga siendo el garante de la igualdad en el derecho a la salud de los ciudadanos.