Un dispositivo especial controla los pasos de África a Motril

Texto y fotos:Pedro Feixas (EFE).-  Desde la puesta en servicio de las tres líneas marítimas que unen Motril con el norte de África, más de medio millón de pasajeros han pasado por el punto fronterizo del puerto granadino bajo la supervisión de un operativo especial de la Guardia Civil, que controla cada movimiento al detalle.

"!Cada uno a su sitio!", exclama uno de los mandos del operativo encargado de controlar y revisar a todos los pasajeros y vehículos (más de medio millar de personas y 200 coches) que bajan de uno de los ferry que une Motril con el Norte de Marruecos cuando hace su entrada por la bocana del puerto.

Cada uno de los agentes que componen el operativo, preparado con antelación, sabe lo que tiene que hacer en todo momento, es una rutina que practican con naturalidad y en algunos casos sin levantar sospechas.

"Cada día es completamente diferente y con situaciones distintas", dice a Efe uno de los agentes.

Durante la última operación del Paso del Estrecho, que concluyó el pasado 15 de septiembre, el operativo ha tenido que controlar desde Motril el tránsito de más de 170.000 pasajeros y 30.000 vehículos, y desde que se instauraron las líneas que unen el puerto granadino con el norte de África, hace casi dos años, más de medio millón de personas.

El dispositivo consta de una primera fase consistente en el control aduanero y en la que intervienen la Guardia Civil, las policías Nacional y Portuaria y, en caso necesario, Cruz Roja y Protección Civil.

Poco a poco la explanada del muelle de levante, donde está la recepción de pasajeros, se empieza a llenar de vehículos, y llega el momento de que intervengan los especialistas en explosivos.

El grupo de los Tedax revisa coche por coche con la ayuda de un perro que, junto a su adiestrador, comprueba todos los vehículos.

Si se diera la circunstancia que alguien llevara un explosivo el can se detendría en el lugar exacto, "señalándolo pero sin tocarlo para evitar cualquier problema", dice el sargento Alberto Sánchez.

El segundo paso de entrada lleva al pasajero a toparse con la Policía Nacional, que pide la identificación a los ocupantes de cada vehículo, tras lo cual llega el control de aduanas, que lleva a cabo la Guardia Civil a través del destacamento fiscal del puerto y del servicio Cinológico de Almuñécar, en el que de nuevo se revisa uno por uno por vehículos mientras el perro trata de detectar la presencia de droga.

Durante el reconocimiento de un coche, algo ocurre cuando reacciona ante el olor del estupefaciente, por lo que su conductor es instado a trasladar el vehículo a una zona cercana donde es sometido a un minucioso y laborioso reconocimiento para comprobar si tiene un doble fondo practicado o algo escondido en los laterales.

Pero en esta ocasión, la Guardia Civil no encuentra nada y le deja marcharse.

En las últimas fechas, el destacamento fiscal del puerto de Motril se ha incautado de más de 500 kilos de hachís que pretendían ser introducidos en dobles fondos de vehículos.

Dos horas ha durado el trabajo de este operativo especial, que ha concluido con el levantamiento de varias actas de solicitud de sanción que serán remitidas a la Subdelegación del Gobierno por la introducción en territorio nacional de alimentos o productos no permitidos. EFE