"IU-PP, bajo el síndrome de El Carambolo”

Emilio González Pavesio (Partido Andalucia).- Según el diccionario los camaleones son una familia de reptiles, famosos por su habilidad para cambiar de color. Esta definición encaja perfectamente con los representantes de Izquierda Unida en Almuñécar, donde detrás de un falso ecologismo se esconden determinados intereses empresariales de especulación urbanística. Capaces de cualquier cosa, hasta de poner a gobernar a la derecha a cambio de que esta le consienta sus irregularidades urbanísticas. 

                El camping “El Carambolo”, propiedad del concejal de IU, Fermín Tejero, sobre el que había recaído una orden judicial de demolición, fue la causa que en el año 2.011, provocó el voto de investidura de los dos concejales de IU al PP, pero evidentemente como todo el mundo supone esto no fue gratis. 

Conocedor Tejero de que el PP se mueve bien entre corruptelas (“gurteles” mediante), enseguida supo que resultaría fácil paralizar el proceso de demolición de su negocio construido en suelo NO urbanizable, que no contaba (ni cuenta) con licencia de apertura, y dentro del cual había convertido la supuesta y subvencionada “aula de la naturaleza” en vivienda. Consiguió que el nuevo gobierno municipal al que él había puesto ahí, adoptara un acuerdo en el que se reflejara que sus instalaciones podrían ser legalizables, mediante un trámite denominado “proyecto de actuación”, y con ello el juzgado consintió la paralización provisional de la demolición, hasta la resolución de dicho trámite. 

Pero esto también tenía trampa, puesto que una vez presentada cierta documentación por el concejal de IU para la pretendida legalización, esta al no cumplir con la normativa vigente, y no encontrar a ningún técnico municipal dispuesto a informarla favorablemente, según se rumorea por el propio Ayuntamiento se encuentra “guardada” en algún cajón bajo llave, para que su tramitación no avance, y así no tener que denegarle la licencia, de paso mantener la estabilidad del gobierno,  y mientras el camping sigue abierto como si nada ocurriera. Y así han ido pasando los cuatro años de legislatura. Entretanto todos los responsables de velar por el cumplimiento de la legalidad urbanística mirando para otro lado, convirtiéndose en cómplices de una presunta prevaricación, algunos por acción y otros por omisión.Y la gente se pregunta, si ellos dicen que las instalaciones son legalizables, ¿por qué en casi cuatro años no se las han legalizado?   

            Como el “botín” le parecía escaso y además tenía que darle algo más de “carnaza” a sus votantes, aprovechó la fuerza que le otorgaba la aritmética política, para conseguir del PP que se abortara la construcción del Hotel de 7 estrellas Bahía Fenicia (este sí contaba con licencia), destruyendo con ello una inversión para nuestro pueblo de 230 millones de euros y la no creación de 600 nuevos puestos de trabajo, y por supuesto el bloqueo indefinido del Hotel de 5 estrellas en el Cercado de la Santa Cruz, consiguiendo, eso sí, que los camaleones sigan campando a sus anchas, por el campo y por los despachos del Ayuntamiento. 

Con la lamentablemente “no nacida” reforma electoral (también en otro cajón del PP, pero ésta en altas instancias, seguramente debido a que los primeros beneficiarios de estos trapicheos políticos no van a legislar para  no poder seguir haciéndolos), que contemplaba el que gobernaran las listas más votadas y que estas fueran además abiertas, se evitarían este tipo de situaciones de mercantilismo y mercadeo político a las que seguiremos abocados en el futuro en nuestro pueblo, ya que la comunión de intereses entre la derecha más rancia y la izquierda más radical se hace evidente bajo el síndrome de “El Carambolo”. 

Los camaleones con su ganada fama para cambiar de color, aunque presumen de “verdes”, si su causa lo requiere, se tiñen de “azul” sin ponerse “colorados”. Menudo “marrón”.