La Junta pagará la deuda de once pueblos, entre ellos Salobreña, para impulsar nuevas infraestructuras. Los alcaldes se muestran satisfechos, aunque exigen una solución definitiva a la financiación municipal
Granada, Once municipios granadinos sufrirán un importante empujón en septiembre. Atrás quedarán, al menos por un tiempo, las persistentes quejas de los alcaldes "hartos" de asumir competencias muy por encima de sus capacidades. La Junta de Andalucía ya tiene preparado el borrador de la segunda parte del Plan de Saneamiento Financiero de las Corporaciones Locales, a la espera de la pertinente aprobación a la vuelta de vacaciones.
Las localidades de entre 10.000 y 20.000 habitantes -Atarfe, Armilla, Albolote, La Zubia, Maracena, Pinos Puente, Salobreña, Íllora, Huétor Vega, Santa Fe y Ogíjares- pondrán punto y final a su carga financiera y podrán acometer una serie de proyectos municipales que difícilmente hubiesen podido llevarse a cabo sin la intervención de la Administración autonómica.
Para la consecución de este fin se creará un consorcio, formado por la Junta, todos los ayuntamientos y la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, que asumirá el endeudamiento a largo plazo de las corporaciones locales, es decir, todos los créditos no destinados al pago de acreedores que estén perfectamente regularizados, para proceder a su financiación.
Este organismo, además, será el encargado de analizar la documentación que deben presentar cada uno de los consistorios, una vez que se apruebe en Consejo de Gobierno, para acogerse a la nueva medida.
El Gobierno andaluz se hará cargo de esta forma del pago del cien por cien de la deuda de los municipios, así como de un porcentaje de la amortización del capital, aún por concretar, igual que tiempo atrás hizo con los municipios de hasta 10.000 habitantes.
Satisfacción a medias
La noticia, aunque todavía no ha tocado a la puerta de cada casa consistorial de forma oficial, ha sido recibida con satisfacción por los primeros ediles de los municipios afectados. Aunque con reticencias. Mantienen que resuelve el problema en primera instancia, pero no de forma definitiva.
Los próximos presupuestos, que la mayoría empiezan a idear después del periodo vacacional, tendrán un enfoque distinto, una vez que la "losa" se borre de un plumazo. El dinero podrá ser invertido en nuevas infraestructuras, en vez de seguir pagando a los bancos. "Podremos afrontar inversiones y nuevos equipamientos hasta ahora impensables", subraya.
Las localidades de entre 10.000 y 20.000 habitantes -Atarfe, Armilla, Albolote, La Zubia, Maracena, Pinos Puente, Salobreña, Íllora, Huétor Vega, Santa Fe y Ogíjares- pondrán punto y final a su carga financiera y podrán acometer una serie de proyectos municipales que difícilmente hubiesen podido llevarse a cabo sin la intervención de la Administración autonómica.
Para la consecución de este fin se creará un consorcio, formado por la Junta, todos los ayuntamientos y la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, que asumirá el endeudamiento a largo plazo de las corporaciones locales, es decir, todos los créditos no destinados al pago de acreedores que estén perfectamente regularizados, para proceder a su financiación.
Este organismo, además, será el encargado de analizar la documentación que deben presentar cada uno de los consistorios, una vez que se apruebe en Consejo de Gobierno, para acogerse a la nueva medida.
El Gobierno andaluz se hará cargo de esta forma del pago del cien por cien de la deuda de los municipios, así como de un porcentaje de la amortización del capital, aún por concretar, igual que tiempo atrás hizo con los municipios de hasta 10.000 habitantes.
Satisfacción a medias
La noticia, aunque todavía no ha tocado a la puerta de cada casa consistorial de forma oficial, ha sido recibida con satisfacción por los primeros ediles de los municipios afectados. Aunque con reticencias. Mantienen que resuelve el problema en primera instancia, pero no de forma definitiva.
Los próximos presupuestos, que la mayoría empiezan a idear después del periodo vacacional, tendrán un enfoque distinto, una vez que la "losa" se borre de un plumazo. El dinero podrá ser invertido en nuevas infraestructuras, en vez de seguir pagando a los bancos. "Podremos afrontar inversiones y nuevos equipamientos hasta ahora impensables", subraya.
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