Este martes se celebra el juicio contra el ex-jefe de la policía local de Salobreña para quien el fiscal solicita 2 años de prisión y 5 de inhabilitación por no tramitar las multas

Un jurado popular juzgará a partir de mañana a un ex cabo de la Policía Local de Salobreña para quien el fiscal pide 2 años y medio de cárcel y 5 de inhabilitación por no tramitar varias multas impuestas por los agentes de la localidad contra conocidos suyos por mal estacionamiento de sus vehículos.

En su escrito, el Ministerio Fiscal califica los hechos de un delito continuado de infidelidad en la custodia de documentos, por el que también pide 5.760 euros de multa. Según el fiscal, el 20 de junio de 2001 dos agentes levantaron dos boletines de denuncia contra los propietarios de dos vehículos cuyo mal estacionamiento dificultaba la circulación y cuyos originales entregaron al cabo-jefe Amador C.T., actualmente en la reserva, para que los trasladara al Negociado de Infracciones y Sanciones.

Transcurridos pocos días, uno de los conductores sancionados se personó el trabajo del otro, titular del servicio municipal de grúa, para decirle que ambos habían sido denunciados. Este último dijo a uno de sus empleados que llevara las denuncias al cabo jefe "para que nos las quite". El trabajador acudió a las dependencias de la Policía Local y tras contactar con el acusado le dijo "ahí le dejo las denuncias que me ha dado mi jefe para que se las quite", a lo que éste respondió "déjalas ahí".

El procesado ocultó de forma intencionada los documentos "haciéndoles desaparecer, a sabiendas, de la tramitación exigida" hasta que el 4 de diciembre de 2001 y ante la denuncia interpuesta por tales hechos por el Ayuntamiento de Salobreña se vio obligado a tramitar las multas, lo que hizo un día después de que fueran abonadas, por lo que no se incoó expediente sancionador alguno.

El 7 de octubre de 2001, otros dos agentes levantaron boletín de denuncia por mal estacionamiento a Rafael B.B., cuyo vehículo fue retirado por la grúa y quien recriminó su actuación a uno de los policías al que dijo "que sepas que he estado tomando unas cervezas con el alcalde y Amador en el bar y esto no va a quedar así".

Al día siguiente, el conductor retiró su coche del depósito municipal previo pago del importe exigido, mientras que el cabo-jefe no tramitó los boletines de denuncia. Según el fiscal, Rafael B.B cumplió su amenaza y comentó lo sucedido a Amador C.T. "lo que motivó que éste ocultase intencionadamente el boletín de denuncia del cauce procedimental exigido, impidiendo la incoación del correspondiente procedimiento sancionador".