Sebastián Pérez defiende que las administraciones deben hacer un trabajo efectivo, serio y riguroso tras la tragedia de Calahonda
Así quedaron las calles de Calahonda con la riada generada con las lluvias caidas
El presidente de la Diputación ha visitado personalmente la zona y aboga por la “unidad, compromiso y trabajo” para devolver la normalidad a las familias afectadas
Sebastián Pérez no ha querido esperar ni un minuto para conocer los daños que el temporal provocaba anoche en Calahonda, donde una tromba de agua anegaba viviendas y calles, sumiendo a la localidad en un verdadero caos. El presidente de la Diputación de Granada se trasladaba personalmente hasta Calahonda, poco después de visitar el colegio electoral de la capital donde vota habitualmente, para visitar personalmente la zona y atender a las familias afectadas por los graves daños.
“Hemos venido a decirles que no se preocupen, que estamos trabajando codo con codo, y desde la Diputación trabajan bomberos, maquinaria e incluso técnicos. Vamos a intentar solucionar y prevenir el problema”, señaló Pérez. El presidente provincial defendió que todas las administraciones “tenemos que hacer un trabajo efectivo, serio y riguroso para que estas familias puedan volver a la normalidad cuanto antes y puedan superar el temor ante lo sucedido”. En este sentido, abogó por la “unidad, compromiso y trabajo”.
En cuanto se tuvo conocimiento de lo sucedido en Calahonda, la Diputación de Granada puso en marcha un dispositivo especial para atender los primeros daños, en colaboración con otras administraciones. No obstante, Sebastián Pérez reconoció que ha vivido una madrugada “con preocupación”, dados los antecedentes registrados en la provincia ante otro tipo de venidas de agua, lo que se conoció como la ‘Nube’ y en la que hubo que lamentar daños personales. “En este momento, me da tranquilidad saber que ninguna familia ha sufrido ningún tipo de daño personal. A partir de ahí, lo que ha ocurrido es una auténtica tragedia”, recalcó.
El presidente de la Diputación incidió en esta catástrofe ha adquirido una dimensión “muy seria” en la agricultura, donde los invernaderos ubicados en los barrancos de la zona han quedado destrozados. “Habrá que estudiar, junto con la Delegación de Agricultura de la Junta de Andalucía, las ayudas necesarias para adoptar en el futuro, después de que su producción e instalaciones hayan quedado arrasadas. Nos preocupan nuestros agricultores porque son la fuente de riqueza y vida de la zona”, subrayó.
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