"Universitarios fuera de España" por Isabel Medina Romero

Mi nombre es Isabel Medina Romero y tengo 25 años. Originaria de la ciudad de Granada y estudiante de la Universidad de esta misma ciudad, hace algo más de 2 años me licencié en Administración y Dirección de Empresas y comenzó una aventura para la cual no sé si estaba preparada pero sí que era lo que en aquel momento necesitaba hacer dadas las expectativas de trabajo que tenía y la necesidad de no parar ni un segundo tras finalizar la carrera. Así que lo que en los 60 fue “Vente pa Alemania Pepe”, ahora se ha convertido en “Universitarios fuera de España”. Solo me remito al colectivo universitario porque es el que en primera persona me ha tocado vivir, pero no sólo los universitarios huimos.

Con la gran motivación de trabajar, me propuse buscar una oportunidad fuera, en lo que antes llamaba el extranjero y ahora llamo mi nuevo hogar. Así que el verano de 2011 no dejé ni un sólo día de buscar unas prácticas fuera de las fronteras de nuestra tierra. Y tras hacer varias entrevistas, me cogieron en Visual Meta Gm bH, propietaria del sitio web Shopalike.es. Empresa en la que desde entonces estoy trabajando, primero como becaria sin expectativas de quedarme. Y, ahora, tras mucho luchar para demostrar que si tenía que quedarme, como empleada. Gracias a este trabajo he podido desarrollarme como profesional en el Marketing Online.­

La niña se nos va a hacer unas prácticas ­ eso decían mis padres y mi círculo más cercano, supongo esperanzados de que a los 6 meses volviera a casa. Lo que nadie sabíamos es que pasados esos seis meses volvería pero para hacer una maleta más grande y un nuevo planteamiento de vida: “Ahora Berlín será mi nueva ciudad y Granada mi ciudad de vacaciones”.

Nuestro equipo en Shopalike.es se compone de 5 personas, tres de ellas contratadas y dos en prácticas y,por casualidades de la vida, las 5 somos andaluzas y 4 de nosotros de la universidad de Granada. Así que sin ir más lejos todas nos hemos formado en el Sur de España para buscar trabajo en Alemania y nuevas oportunidades que hagan que nuestros curriculums sean más atractivos.

Además del aspecto profesional, al vivir fuera tenemos que enfrentarnos a las diferencias entre culturas y para una sureña como yo o como mis compañeras es un poco complicado en algunos aspectos tales como el clima, la empatía de las personas y su carácter, por no hablar del idioma, etc. En mi caso particular,muchos han sido los obstáculos que se han tenido que ir superando y seguro muchos los que quedan por superar, entre ellos la barrera, hasta ahora infranqueable, del idioma. Pero también, hay muchos aspectos positivos como todo lo que se aprende de la cultura alemana y de muchas otras con las que convivimos en Berlín, la oportunidad de vivir en una ciudad cosmopolita, la apertura mental que supone vivir fuera de España y el clima he de decir que no es tan malo, sólo hay que acostumbrarse.

En cuanto a la sociedad alemana, son diferentes a nosotros, pero bueno ahí radica que seamos diferentes culturas y lo bueno que siempre podemos acoger lo que nos guste de ellos e intentar que no nos afecte lo que no nos guste. En mi caso, no estoy tan acogida por la cultura alemana, pero no lo culpo a un problema suyo puntual, sino a que es más fácil que nos unamos gente internacional ya que todos venimos “solos” sin familia ni un grupo hecho, a unirnos a un grupo que ya esté formado como pueden ser la gente que voy conociendo o compañeros alemanes del trabajo. Así que lo bueno es que si que he podido conocer algunos y, espero que con el tiempo y el idioma, pueda conocer a más. Al menos, si tengo la suerte de se rmuy acogida por mucha gente de otras nacionalidades, pues todos nos encontramos “fuera de casa”.

Lo más importante de todo es que en ningún momento me he arrepentido de la decisión que hace dos años tomé, aunque si he de decir que es duro estar tan lejos de la familia y grupo cercano de amigos, ya que  has de iniciar una nueva vida y esta vez en solitario. Pero si ponemos lo bueno y malo en una balanza, he de confesar que todo lo vivido aquí y, estoy segura, lo que me queda por vivir, va a seguir aportándome algo positivo y si en algún momento deja de hacerlo. Estoy segura que podré hacer maletas y buscar otro destino. Quien sabe quizás sea España y, con suerte, Granada.